
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa principal de demencia, y es la enfermedad neurodegenerativa más prevalente en los ancianos.
La causa exacta de esta enfermedad aún se desconoce; sin embargo, es un trastorno multifactorial relacionado con el envejecimiento. La creciente evidencia apoya la contribución de los factores: ambientales modificables y factores no modificables como la genética y el envejecimiento.
Síntomas de enfermedad de Alzheimer
La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada individuo puede experimentar una o más de estas señales a grados diferentes. Si usted nota cualquiera de ellas, consulte con su médico.
1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
Una de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente; se depende en sistemas de ayuda para la memoria (tales como notitas o dispositivos electrónicos) o en familiares para hacer las cosas que antes uno se hacía solo.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Olvidarse de vez en cuando de nombres o citas pero acordándose de ellos después.
2. Dificultad para planificar o resolver problemas
Algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Pueden tener dificultad en seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales. Pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo hacer cosas ahora que antes.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Hacer errores de vez en cuando al sumar y restar.
3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
A las personas que padecen del Alzheimer muy a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Necesitar ayuda de vez en cuando para usar por ejemplo los electrodomésticos o grabar un programa de televisión.
4. Desorientación de tiempo o lugar
A las personas con el mal de Alzheimer se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente.
Para algunas personas, tener problemas de la vista es una señal del Alzheimer. Pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Cambios de la vista relacionados con las cataratas.
6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
Las personas que padecen del Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación. Es posible, también, que paren en medio de conversar sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar un “lápiz” un “palito para escribir”).
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Tener dificultad a veces en encontrar la palabra exacta al hablar.
7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrazar sus pasos.
Una persona con el Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar. Se les puede perder cosas sin poder retrazar sus pasos para poder encontrarlas. A veces, es posible que acusen a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? De vez en cuando, colocar cosas en un lugar equivocado.
8. Disminución o falta del buen juicio.
Las personas que padecen del Alzheimer pueden experimentar cambios en el juicio o en tomar decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser que presten menos atención al aseo personal.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Tomar una mala decisión de vez en cuando.
9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede empezar a perder la iniciativa para ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. Es posible que tengan dificultad en entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo ejercer su pasatiempo favorito. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Estar a veces cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales.
10. Cambios en el humor o la personalidad
El humor y la personalidad de las personas con el Alzheimer pueden cambiar. Pueden llegar a ser confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente.
¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y enfadarse cuando la rutina es interrumpida.
Prevención
La prevención en la fase pre-sintomática es probablemente la forma más efectiva de disminuir la incidencia de esta condición neurodegenerativa imparable y la carga que tiene sobre el individuo y la sociedad.
Tradicionalmente, la prevención se ha dividido en tres niveles:
- Prevención primaria: la reducción de la incidencia de la enfermedad mediante la eliminación o el tratamiento de los factores de riesgo específicos que pueden aumentar o acelerar el desarrollo de la enfermedad.
- Prevención secundaria: el objetivo es detectar la enfermedad en una etapa temprana, antes de que haya síntomas, cuando el tratamiento puede detener o limitar su progresión.
- Prevención terciaria: para minimizar el impacto de las complicaciones y la discapacidad del paciente a largo plazo y para ayudar al paciente a mantener una calidad de vida aceptable.
El origen de la enfermedad es multifactorial y resulta de las complejas interacciones del envejecimiento, la genética, el estilo de vida y los factores ambientales.
Los principales factores de riesgo para el desarrollo tardío de la enfermedad de Alzheimer son la edad avanzada, el genotipo de APOE y Epsilon4, las lesiones en la cabeza, los antecedentes familiares, niveles de educación bajos y la baja participación en actividades cognitivas estimulantes. Otros factores de riesgo no genéticos son la hipertensión arterial, los altos niveles de colesterol, la diabetes mal controlada y los antecedentes de traumatismos craneales. De todos ellos, la edad avanzada es el factor de riesgo más importante, duplicándose cada 5 años después de los 65 años.
La incidencia de la enfermedad de Alzheimer podría reducirse mediante un mejor acceso a la educación y el uso de métodos eficaces para reducir los factores de riesgo de las enfermedades vasculares (por ejemplo, la inactividad física, el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad y la diabetes) y la depresión.
Genes relacionados con el desarrollo de Alzheimer
RS429358 | RS7412 | RESULTADO |
---|---|---|
TT* | CC | Probablemente presenta dos copias del alelo APOE3. El alelo APOE3 es el más común en la población general y se ha relacionado con un riesgo típico de enfermedad de Alzheimer. |
** este resultado se obtuvo utilizando los datos de rs769449, rs4420638, rs2075650 y rs56131196 que se consideran SNPs proxy para el rs429358 en los europeos
La enfermedad de Alzheimer (EA) se caracteriza por una acumulación de péptido amiloide-β (Aβ) en forma de placas de amiloide y de ovillos neurofibrilares en el cerebro. Además, se ha demostrado que en los pacientes con AD se produce una reducción del metabolismo de la glucosa que afecta a varias áreas del cerebro.
El gen APOE es el locus más conocido relacionado con el riesgo de AD de inicio tardío. APOE codifica para la apolipoproteína E, una proteína de 299 aminoácidos que en el cerebro se expresa principalmente por los astrocitos y actúa como un ligando durante la endocitosis mediada por receptor (Farrer et al., 1997; Jun et al., 2012; Rubinsztein y Easton, 1999).
Función de la proteína ApoE en las células nerviosas: después de la endocitosis de las partículas de lipoproteínas, que contienen apoE, mediada por el receptor de lipoproteínas de baja densidad (LDL), la apoE se degrada o recicla a la superficie celular y el colesterol liberado de las partículas de lipoproteína es empleado en la sinaptogénesis y el mantenimiento de conexiones sinápticas. La lipoproteína que contiene apoE, es liberada al espacio extracelular y se une al péptido Aβ soluble lo que hace más lento el transporte de Aβ al torrente sanguíneo que retiene Aβ en el espacio intersticial (Kim et al., 2009).
El péptido Aβ soluble es secretado por muchas células durante la vida, alcanzando los niveles más altos en las neuronas y se produce a partir de la proteína precursora de amiloide (APP), una proteína transmembrana que es escindida por proteasas que producen pequeños péptidos (incluido Aβ). Existe una creciente evidencia de que la APP y los péptidos generados por su escisión podrían desempeñar un papel en el control del desarrollo neuronal, la plasticidad sináptica y los procesos metabólicos neuronales (Czeczor y McGee, 2017).
Se han descrito dos polimorfismos de un sólo nucleótido o SNPs que son comunes en la población y que generalmente se analizan para evaluar el riesgo de EA. El SNP rs429358, que produce el cambio de aminoácido Cys112Arg (c.388T>C) y el SNP rs7412 que da lugar a la variación Cys158Arg (c.526C>T). Los tres alelos polimórficos APOE se denominan APOE2 (Cys112, Cys158), APOE3 (Cys112, Arg158) y APOE4 (Arg112, Arg158). Dichos alelos codifican para las tres isoformas de la proteína ApoE, conocidas como ApoE2, ApoE3 y ApoE4, respectivamente. Aunque estas solo difieren en uno o dos aminoácidos en las posiciones 112 y 158 del dominio N-terminal, su estructura y función parece ser que es diferente (Uddin et al., 2019).
Se ha demostrado que el alelo APOE4 es un fuerte factor de riesgo genético para la EA en comparación con el alelo más común APOE3. El riesgo de EA se triplica en las personas con un alelo APOE4 y se multiplica por doce en las que tienen dos alelos APOE4 en comparación con los individuos sin alelos APOE4. Por el contrario, el alelo APOE2 parece ser que tiene un efecto protector (Huang et al., 2017; Kim et al., 2009; Uddin et al., 2019).
Aunque la acumulación del péptido Aβ constituye el principal factor que contribuye a la patogénesis de la EA, el papel exacto de la proteína apoE sigue siendo objeto de debate. Se plantea la hipótesis de que la isoforma proteína apoE4 en comparación con apoE3 afecta la síntesis de Aβ en las neuronas debido a una mayor eficacia en la vía de señalización que regula la transcripción del gen APP y la síntesis de Aβ. El aumento de la síntesis de Aβ podría causar un efecto acumulativo a lo largo de la vida de un individuo y esto podría explicar el aumento de las concentraciones de Aβ y la incidencia de la EA en individuos que expresan el alelo APOE4 (Huang et al., 2017).
Como se ha mencionado anteriormente, apoE puede funcionar como una proteína de unión a Aβ, reteniéndolo en el espacio intersticial, se ha observado que el transporte a través de la barrera hematoencefálica depende de la isoforma y es más lento para la isoforma apoE4 seguido de apoE3 y apoE2 aumentando con ello la posibilidad de que se originen agregados (Kim et al., 2009).
A pesar de la importante contribución de APOE a la patología de la EA, no todas las personas heterocigotas y homocigotas para el alelo APOE4 desarrollan EA y recientemente se han observado casos aislados de Alzheimer entre los portadores de dos copias protectoras del alelo APOE2, lo que sugiere que otros factores podrían estar contribuyendo al riesgo de la EA (Uddin et al., 2019; Reiman et al., 2020).
Es importante tener en cuenta que nuestra prueba no es un test diagnóstico. Si presenta algún síntoma y/o hay casos de EA o demencia en su familia debe consultarlo con su médico.
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